Algo desplazado de su ubicación inicial como consecuencia de la reforma realizada en el trazado de la circulación en el año 1960, pero aún en la intersección de las avenidas Gaona, San Martín, Ángel Gallardo, Dr. Honorio Pueyrredón y Díaz Vélez, en el barrio de Caballito, se levanta el monumento al Cid Campeador. Tampoco está ya sobre el pedestal primitivo, revestido con mármol de Burgos y diseñado por el Arq. Martín Noel, pero sigue siendo una presencia que no puede pasar desapercibida.
La imponente estatua ecuestre presenta algunas particularidades, como la de haber sido realizada por una mujer, la escultora norteamericana Anna Hyatt, esposa del fundador de la Hispanic Society of America, Archer M. Huntington. Esta institución fue la que donó el monumento, del que existen otros ejemplares en las ciudades de Nueva York, Sevilla, San Diego, San Francisco y Valencia. El costo del basamento fue donado por el Centro Argentino de la Unión Iberoamericana, una institución fundada en España en 1885 con el objetivo de lograr un importante cambio de percepción en las respectivas imágenes que del otro tenían españoles y americanos, proponiendo el establecimiento de lazos de cooperación sobre la base del idioma, la cultura, la historia y la religión comunes a ambos. El discurso inaugural, de encendido tono y promoviendo la figura del Cid como arquetipo de la hispanidad, fue pronunciado el 12 de Octubre de 1935 por el historiador Gustavo G. Levene y se inicia con las siguientes palabras “El Cid Campeador es símbolo representativo de la psicología de un pueblo y de los valores superiores del espíritu humano”.
El “Día de la Raza” fue creado por iniciativa de Faustino Rodríguez-San Pedro, Presidente de la Unión Iberoamericana y se celebró por primera vez en 1914. Con el paso del tiempo la idea inicial ha perdido su sentido decimonónico y ha evolucionado hacia un concepto integrador, incorporando al pueblo español y los pueblos de origen hispánico dispersos por el mundo, las comunidades nativas de los espacios geográficos antaño conquistados en el proceso de expansión imperial de los Habsburgo.
Junto con el cambio de las ideas ha cambiado también el nombre de la celebración y, aún cuando en algunos países continúa llamándose así, en otros recibe diferente denominación. Se llama “Día de la Fiesta Nacional” o “Día de la Hispanidad” en España; “Día de Colón” en los Estados Unidos; “Día del Encuentro de Dos Mundos” en Chile y Perú, mientras que desde 2010, en la Argentina se denomina “Día del respeto a la diversidad cultural”.
La Asociación Hispano-Argentina de Profesionales adhiere a esta celebración en el convencimiento de que la misma debe ser vista como una ocasión de análisis histórico, que incentive una relación pacífica y fructífera entre todos los pueblos del mundo y, particularmente, de las comunidades pre-existentes en el territorio argentino y aquéllas que desde hace ya más de quinientos años y hasta el presente, continúan llegando al país desde todos los confines de la Tierra, todas ellas con la esperanza de un futuro mejor.
José Selles Martínez